Todavía hoy se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo aquel 3 de julio de 2018, ese maravilloso momento en el que por fin salió a la venta mi primer libro titulado «Residuos. Del problema a la solución». Pero la publicación solo fue la meta de un camino repleto de obstáculos, y esta es la primera vez que lo cuento ¿Quieres conocer la historia de cómo publiqué mi primer libro? Sigue leyendo porque es apasionante.
Muchas veces me han preguntado que por qué me decidí por escribir un libro de esa temática, y mi respuesta es muy simple – «Porque me apasiona» – Y cuando haces las cosas con pasión, no importa nada más. Siempre me ha gustado la naturaleza y cuando estudié Ciencias Ambientales y me especialicé con un Máster de Gestión Sostenible de Residuos, todavía me gustó más. Y cada día que pasa sigo aprendiendo cosas y sigo formándome, más me enriquece y me hace amar todavía más el medioambiente.
La historia de cómo me decidí a escribir mi primer libro comenzó en 2017, por aquel entonces me encontraba impartiendo cursos de formación sobre gestión de residuos urbanos e industriales y durante unos meses me mudé a un pequeño piso que tenía los suministros básicos, entre los cuales no se encontraba conexión a internet.
Me encantaba mi labor como experto docente, en la que he ayudado a formar a decenas de personas para que pudieran tener la oportunidad de acceder a un trabajo relacionado con la gestión sostenible de residuos. No sé si tú te has dedicado en algún momento a la enseñanza de cualquier tipo, pero ver la evolución de los alumnos gracias a los conocimientos y el valor que les aportas, es una sensación muy reconfortante y te sientes muy realizado, al menos esa es mi sensación cuando ayudo a formarse a las personas.
Sin embargo, sentía que tenía que ir un paso más allá, que podía ayudar a más gente aunque no fuera cara a cara ¿Recuerdas que mi piso no tenía conexión a internet? Pues ese fue el siguiente factor determinante. Una tarde después de comer, estaba sentado en el sofá preparando la clase del día siguiente cuando de repente me vino una idea a la cabeza.
¿Y si escribo un libro para ayudar a más personas? Al principio no le di mucha importancia, pero poco a poco la idea se iba haciendo más presente en mi cabeza y a medida que me iba imaginando qué podría incluir en el libro y todo el valor que podría aportar, un cosquilleo comenzó a recorrerme la espalda y dije «¡Ya está, voy a escribir un libro!»
Nunca antes había escrito un libro, así que no sabía que pasos tenía que seguir, pero lo que sí tenía claro es que debía ponerme a estructurar el contenido y desarrollarlo. Quería que fuera un libro que aportara conocimientos basados en la evidencia científica, que fuera didáctico y que se pudiera poner en práctica su contenido. Cada día después de trabajar, me sentaba en mi escritorio y me ponía a escribir. Era algo que no había hecho antes de esa manera y no tenía referencias de cuánto me llevaría escribirlo, cómo debía hacerse… Nada, partía de cero, pero eso no me desanimó y me marqué la meta de sacar el libro.
Lo cierto es que cuando me ponía a escribir, no me costaba mucho e iba encadenando una palabra tras otra dándole sentido a una frase, luego a un párrafo, hasta que hacía un capítulo. Yo no sabía si eso era normal o no, pero como me gustaba lo que hacía, seguía cada tarde un poquito y gracias a que no tenia internet, apenas tenía distracciones, por lo que podía dedicarle bastante tiempo a darle forma a la obra.
También es cierto que no es un libro de ficción y los contenidos del mismo son algunos de los más importantes que aprendí en mis años de formación académica y mis años de experiencia profesional hasta aquel entonces en diferentes ámbitos de los residuos. Eso quieras o no, ayuda a que todo vaya más fluido, aunque también tuve que contrastar mucha información, leer artículos, estudios, contrastar información, comprobar fuentes bibliográficas, etc.
Gracias a todo el tiempo que pude dedicarme a escribir por no tener internet, pude terminar el primer borrador en un par de meses, momento en el que me tuve que mudar a otro municipio a impartir otro curso, pero al menos ya tenía el primer borrador a punto de caramelo para comenzar a pulir detalles.
Ahora que ya tenía el libro en bruto, seguí el mismo modus operandi, cuando tenía tiempo libre me sentaba a seguir puliendo detalles. No sé las veces que me lo leí entero a medida que iba corrigiendo una expresión aquí, un dato allí, pero te aseguro que me llevó más tiempo pulir los detalles que escribir el grueso del libro.
Ahora ya tenía bastante encaminados los 9 capítulos y 2 anexos del libro, ya veía que el momento de la publicación estaba más cerca, o eso me pensaba yo (inocente de mí). Como yo no había escrito un libro antes, ni me dedico a la maquetación, no sabía lo engorroso que puede llegar a ser maquetar un texto. No tiene nada que ver con maquetar trabajos de la universidad, estudios, informes o cualquier documento que hubiera escrito hasta la fecha.
No caí en el dato de que un libro por lo general no tiene un tamaño A4 de folio, que es como yo escribí y pulí el borrador del libro. Tenía que darle al lienzo de word el tamaño que tendría el libro, y dije, «bueno esto es pan comido, cambio el tamaño y listo». Pues ese «pequeño» detalle supuso otra revisión completa del libro, maquetando de nuevo detallitos durante unas semanas más.
¡Por fin! Ya tenía lo que parecía un libro finalizado y llegaba el momento de sacarlo a la luz. Pero…¿Cómo se publica un libro? Pensé, ¿Alguna vez te lo has preguntado? Yo no, y ahí comencé a ver cómo podría publicarlo, no conocía cómo funcionaban las editoriales ni nada por el estilo. Así que, comencé a contactar con varias editoriales con mi esperanza puesta en que alguna quisiera publicar el libro que con tanta ilusión, esfuerzo y perseverancia había escrito.
Pero a medida que pasaban los días, las noticias no iban siendo buenas, no conseguía que ninguna editorial con las que contacté me lo publicara, unas porque no era una temática demandada, otras porque no era el momento…Pero eso no iba a frenarme, yo quería poder publicar el libro y poder acercar a la gente ese jugo concentrado de conocimientos, experiencia y pasión. Así que, me puse a investigar si había alguna manera de poder publicar el libro por mis propios medios, y fue cuando descubrí una herramienta de Amazon que me permitía autopublicar el libro. A medida que me iba informando me iba agradando más la idea de autopublicarlo de esta manera.
Pero claro, además de ventajas también tiene inconvenientes, como todo en esta vida. Lo que me gustó fue que no necesitaba hacer una tirada de X número de libros, sino que solo se imprimen bajo demanda, es decir, si alguien compra un libro, se imprime desde la central de impresión más cercana al lugar de la entrega. Esto me gustaba porque así no habría excedentes de libros que no se vendieran, solo se imprimen los que se compren y se hace desde la central más cercana, lo que permite reducir los residuos de libros que pudieran no ser vendidos si fuera una tirada de ejemplares, ahorrar energía, agua y reducir los kilómetros de transporte del envío. También me permitía poder venderlo en casi cualquier parte del mundo con la misma premisa de solo imprimirlo si alguien lo compra y desde la central más cercana. Y además, también podía publicar una versión ebook para quien no quisiera hacer uso del papel y quisiera conseguirlo en el momento, sin esperas y además más barato.
Pero no todo iban a ser ventajas, al ser una autopubicación a través de Amazon, no podía vender el libro en librerías ¿A quién no le hace ilusión ver su libro en una librería o en un escaparate? Tampoco tenía las campañas promocionales y de marketing que hacen algunas editoriales. Pero haciendo un balance entre pros y contras, me decidí a autopublicarlo.
Ahora sí que veía la luz al final del túnel, la culminación a una aventura no sin dificultades pero apasionante como pocas y con la que disfruté durante todo el proceso (o casi). Me sentía como un niño con zapatos nuevos cuando subí por fin el manuscrito a la plataforma y solicité una copia para el autor (que hay que pagar, por si te lo estás preguntando). En los días que tuve que esperar hasta que recibí el libro, no paraba de consultar el estado del envío para ver cuando lo tendría. Y finalmente llego el momento, cuando llamaron al telefonillo salí corriendo a abrir la puerta y poder tener al fin el primer libro impreso que hacía unos meses ni siquiera existía en mi cabeza.
Tras la exaltación de tener entre mis manos por primera vez el libro, me dispuse a revisarlo página por página viendo que todo estuviera como me esperaba, y cuando finalmente vi que todo estaba correcto, llegaba la hora de la verdad, publicarlo.
La mañana del 3 de julio recuerdo que hacía bastante calor y estaba nervioso porque por fin podría el libro a disposición del quien quisiera leerlo. Me senté delante del ordenador, abrí la plataforma y busque el botón de publicar, tomé aire y…¡Publicado! Ese momento fue muy importante para mí, tras meses de trabajo el libro veía la luz con un simple click.
Y la verdad es que ha tenido muy buena acogida, de hecho, ha conseguido en numerosas ocasiones ser el libro más vendido, más regalado y más deseado de la categoría gestión medioambiental y de residuos de Amazon.
Ya conoces la historia que hay tras la publicación del libro «Residuos. Del problema a la solución», por supuesto te invito a leerlo, en papel o ebook, si te gusta cuidar el medioambiente y quieres poner tu granito de arena con conocimientos respaldados técnica y científicamente. Puedes acceder a la información del libro AQUÍ.
Quiero aprovechar para dar las gracias a todas las personas que han dedicado parte de su tiempo a leer «Residuos. Del problema a la solución». Gracias también por la buena acogida y a todos los que han aportado su opinión sobre el libro a través de cualquier canal.