Los residuos plásticos son uno de los mayores problemas medioambientales a los que se enfrenta el planeta hoy en día. Los bioplásticos, fabricados muchos de ellos a partir de materiales vegetales y renovables, ofrecen una alternativa sostenible a los plásticos tradicionales derivados del petróleo.
En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre los bioplásticos, incluidas sus ventajas, usos y características. Desde la reducción de la huella de carbono hasta la ausencia de sustancias nocivas, los bioplásticos tienen el potencial de revolucionar la forma en que pensamos y utilizamos los plásticos. Acompáñanos mientras nos adentramos en el mundo de los bioplásticos y descubres sus múltiples ventajas y aplicaciones.
¿Qué son los bioplásticos?
Los bioplásticos son materiales poliméricos pertenecientes a la familia de los plásticos, y se consideran bioplásticos aquellos que cumplen alguna o todas de estas 3 condiciones (o todas).
1- Proceden de fuentes renovables (biobasados), por ejemplo, el maíz, la caña de azúcar y los microorganismos. Y pueden ser naturales o sintéticos.
2- Son biodegradables, es decir, que pueden degradarse a través de microorganismos y animales presentes en los entornos naturales.
3- Son biocompatibles, es decir, que son compatibles con células y tejidos vivos del cuerpo humano (aplicaciones médicas)
Son una alternativa y parte de la solución al problema de los residuos plásticos. Los bioplásticos generalmente no contienen sustancias químicas tóxicas y algunos tipos pueden biodegradarse tras su uso, lo que los convierte en una opción mucho más segura para los consumidores y el medio ambiente.
Esta innovadora tecnología ofrece diversos tipos de bioplásticos, cada uno con sus propias características y propiedades. Por ejemplo, algunos son más resistentes que otros, mientras que otros son más adecuados para aplicaciones específicas. Algunos de los bioplásticos más conocidos y utilizados son el Ácido Poliláctico (PLA) y los Polihidroxialcanoatos (PHA).
El PLA es un bioplástico biobasado, biodegradable y biocompatible que se obtiene a partir de materias primas vegetales como el maíz y la caña de azúcar y puede utilizarse para envases de alimentos, vasos desechables, utensilios, etc.
Por otro lado, el PHA es producido naturalmente por microorganismos y se emplea en la creación de bolsas y envoltorios biodegradables, entre otras aplicaciones. Por tanto, los bioplásticos son un campo apasionante y en crecimiento, con potencial para revolucionar la forma de producir y eliminar el plástico. Se estima que el mercado de los bioplásticos ascenderá a 6,3 millones de toneladas aproximadamente en 2027 según European Bioplastics
Ventajas de los bioplásticos
En la búsqueda de un futuro sostenible, los bioplásticos se están convirtiendo rápidamente en una opción popular debido a sus múltiples ventajas. Para crear estos materiales se utilizan recursos renovables como el maíz y la caña de azúcar, que pueden volver a cultivarse una y otra vez (esto podría plantear problemas éticos al destinar terreno y cultivo de alimentos a la fabricación de materiales, pero con los bioplásticos de segunda y tercera generación esto ya no sucede porque se obtienen a partir de subproductos y residuos), reduciendo así drásticamente la huella de carbono (de un 30% aun 80% dependiendo del tipo de material y la aplicación) y la producción de residuos de los artículos tradicionales.
Además, los bioplásticos compostables no son ecotóxicos ni contienen ningún elemento peligroso, lo que los convierte en la opción ideal para productos en contacto alimentarios.
Además, los bioplásticos son muy adaptables a las normativas y a las demandas de los consumidores. A medida que los gobiernos de todo el mundo se esfuerzan por reducir sus emisiones, las normativas y regulaciones sobre productos tradicionales son cada vez más estrictas, como por ejemplo la Directiva Europea de plásticos de un solo uso (SUP).
Los bioplásticos proporcionan una alternativa viable que puede cumplir estas normativas y adaptarse a la creciente demanda de los consumidores de productos más respetuosos con el medio ambiente.
Utilizando bioplásticos de una manera responsable y en aplicaciones concretas donde sea una mejor opción, las empresas pueden tener un impacto significativo en el medio ambiente y mantenerse a la cabeza de un mercado en constante evolución. Esto convierte a los bioplásticos en un paso crucial hacia un futuro más sostenible.
Usos de los bioplásticos
Como opción eficaz y ecológica, la industria del envasado ha recurrido a materiales biodegradables para sustituir a sus plásticos tradicionales derivados del petróleo. Esto incluye la producción de bolsas, envases y envoltorios, todos ellos susceptibles de ser reciclados o compostados, eliminando la necesidad de vertederos o terminando en los ecosistemas.
Además, estos materiales pueden personalizarse para que tengan propiedades específicas, como resistencia a la humedad o transpirabilidad, lo que proporciona una amplia gama de aplicaciones.
También, los cubiertos y platos desechables creados a partir de recursos renovables se están convirtiendo en una alternativa para eventos y restaurantes de comida rápida. Como muchos de estos productos son biodegradables y compostables, pueden transformarse en compost junto con el resto de materiales orgánicos.
Estos bioplásticos también son ligeros y duraderos, lo que los convierte en un gran sustituto de los metales o los plásticos tradicionales.
La industria del automóvil también ha aprovechado los bioplásticos en la fabricación de piezas interiores y exteriores como salpicaderos, paneles y molduras. Al poder moldear los bioplásticos en formas y tamaños específicos, esto permite diseñar coches a medida. Además, los bioplásticos son conocidos por su ligereza y durabilidad, lo que los convierte en una opción ideal para las piezas de automoción.
El sector médico también ha explorado los bioplásticos para su uso en dispositivos e implantes médicos. Estos materiales presentan características como la biocompatibilidad y la biodegradabilidad, que los hacen adecuados para su uso en el cuerpo humano.
Por ejemplo, se han empleado para crear andamios para la ingeniería de tejidos, ayudando así a reparar tejidos u órganos lesionados. Además, los bioplásticos pueden utilizarse para fabricar instrumentos quirúrgicos y otras herramientas médicas, además de ser seguros para deshacerse de ellos tras su uso.
Características de los bioplásticos
La notable propiedad de descomposición rápida es una de las principales ventajas de los materiales biodegradables en comparación con los plásticos tradicionales derivados del petróleo. Según el tipo de bioplástico, pueden ser necesarias determinadas condiciones para que se descomponga correctamente.
Para garantizar el respeto al medio ambiente, es importante seleccionar bioplásticos que hayan sido certificados como compostables y cumplan las normas exigidas.
Además de sus cualidades de descomposición, los materiales biodegradables también son extremadamente versátiles. Se les puede dar diversas formas, como envases, utensilios y ropa, e incluso se pueden combinar con plásticos tradicionales para crear materiales híbridos con características especiales. Por esta razón, los bioplásticos son un prometedor sustituto de los plásticos tradicionales en muchas industrias diferentes.
También, estos materiales tienen una huella de carbono reducida en comparación con los plásticos no biodegradables, pudiendo ser incluso un 80% menor. Esto se debe, entre otros factores, a que se producen con fuentes renovables, como plantas y microorganismos, en lugar de combustibles fósiles.
Además de reducir la producción de gases de efecto invernadero, los bioplásticos también ayudan a conservar los recursos fósiles. Sin embargo, es importante analizar el ciclo de vida completo de los materiales bioplásticos, desde su producción hasta su uso y eliminación, para evaluar plenamente su impacto medioambiental.
Conclusión
Los bioplásticos presentan una solución prometedora al problema de los residuos plásticos al que nos enfrentamos. Ofrecen una alternativa más sostenible que los plásticos tradicionales, ya que se fabrican a partir de recursos renovables y reducen la huella de carbono y los residuos.
Los bioplásticos son versátiles y adaptables a las diferentes demandas de los consumidores y a las normativas. Sin embargo, es importante comprender los criterios específicos de qué materiales se consideran bioplásticos, ya que el término se utiliza a menudo de forma errónea. Aplicando los bioplásticos como parte de un enfoque polifacético, podemos trabajar por un futuro más respetuoso con el medio ambiente.